sábado, 31 de diciembre de 2011

Año viejo.

¿Qué? ¿Que se acaba el año? ¿Y a mi qué?

Bonita excusa para romper la rutina, bonita pero infértil. Como si celebráramos que has pasado la página doscientos del libro de mates, o que se te ha acabado el lápiz.Y van, y celebran algo mucho más tonto... menos real, por lo menos.

Quiero decir, que para mi no ha pasado un año desde “el año pasado”: echo la vista atrás y me entra vértigo de pensar que no puedo acordarme de cómo he pasado de donde estaba a donde estoy. Giras la cabeza y te parece asombroso que haya pasado tanto tiempo y a la vez tan poco.

Tim O’Brien habla de las historias: “Las historias son para altas horas de la noche, cuando no puedes acordarte de cómo pasaste de donde estabas a donde estás.” Mi hermana, me colgó el miércoles la traditional etiqueta:


Todos los papeles se van a quedar sobre la mesa, sí, para el año que viene. Pero me quedan casi seis horas para publicar en el blog las entradas “del año pasado”. Felices, people.

2 comentarios:

  1. Hum... me hace pensar. No se parece a las visiones que he escuchado de: año nuevo, vida nueva.
    Me gusta.
    Un besazo¡
    (¡Y Feliz Año!)

    ResponderEliminar
  2. ¡Muchas gracias! La verdad desde que empezó el año he tenido que empezar mi vida muchísimas veces, lo importante es levantarse, y si lo hiciera solo de año en año... ;)Pero ¡feliz año también para ti! :DD

    ResponderEliminar

Dime tú...