lunes, 2 de enero de 2012

Autorretrato con radiador

"Un libro, un verdadero libro, no es alguien que nos hable, es alguien que nos oye, que sabe oírnos." Christian Bobin se quiere casar con Teresita de Lisieux, yo con él.

Descubro entre las páginas a un alma que se asombra, que fuma tabaco negro y Mozart azul, que vive de las flores, que es un buey con alas y un elefante, que solo aprende, que solo espera.

Me resisto a dejar las páginas y abro el libro una y otra vez, releo y lo cierro asustada -no vaya a ser que se acaba demasiado rápido-. Un diario, que como el mismo autor reconoce es una novela, cuyos protagonistas son la luz, las flores o una brizna de hierba. 

Como a Bobin le sucede con Teresa de Ávila, yo tampoco entiendo sus matices o experiencias, no comparto todos sus pensamientos: simplemente capto la dicha, el corazón y la poesía de sus tulipanes. "Debería tomar notas" -explica un día para reconocer a continuación que no lo hará. Quiero contradecir en algo al autor, así que le copio un párrafo. Con todos ustedes, Autorretrato con radiador:

"Lunes 16 de septiembre

Definitivamente no me gusta la cordura. Imita demasiado a la muerte. Prefiero la locura -no la que se padece, sino con la que se baila."



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