miércoles, 23 de marzo de 2011

Se ha perdido.

"La voz llamó desde Marte y pasó por lugares donde no había amaneceres ni tardes, sino siempre la noche con un sol ardiente en la oscuridad. Y en alguna parte, entre Marte y la Tierra todo el mensaje se perdió, barrido quizá por la gravedad eléctrica de algún meteoro, o interferido por la lluvia de meteoritos de plata. De cualquier modo, desaparecieron las palabras pequeñas, las palabras poco importantes, y la voz de Will llegó diciendo solamente:
-...amor...
Luego otra vez la inmensa noche, y el sonido de las estrellas que giraban en el cielo, y los soles que se susurraban a sí mismos, y el sonido del corazón de Janice, como otro mundo en el espacio.
-¿Lo oíste?-Preguntó Leonora.
Janice solo pudo mover afirmativamente la cabeza.
-¿Qué dijo, qué dijo? -gritó Leonora.
Pero Janice no podía decírselo a nadie; era demasiado hermoso para decirlo. Allí se quedó, escuchando una y otra vez esa única palabra, tal y como la devolvía su memoria. Se quedó escuchando mientras Leonora le sacaba el teléfono y lo ponía otra vez en la horquilla." Fragmento de
Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury.

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