miércoles, 18 de mayo de 2011

Dios y los náufragos.

Se me acumulan y acumulan trabajos, prácticas, ensayos y exámenes. Todo bien compacto. (Horror, nunca quise hacer una entrada de los estudios, raya lo obsceno). Es un insulto para todos los que sufrimos cada día esta vida de estudiante rutinariamente desesperado entre la física y la literatura, las mates y la historia. Pero de vez en cuando -bueno, siendo sinceros bastante a menudo- gracias a los trabajos descubres algo interesante o muy interesante. Hoy, después de séptima hora (suplicio extra) me he ido a la biblioteca (así sin comer ni nada... para matarme) a coger libros para el ensayo de filosofía. El tema que he elegido es la fe en la ciencia. (Por cierto, acepto recomendaciones de libros, sugerencias de ideas interesantes, críticas y visiones o comentarios personales sobre la cuestión). Realmente es apasionante, pero ya hablaré sobre eso en otra ocasión.

En realidad la gracia ha estado en encontrar un libro con un título muy sugerente: "Dios y los náufragos" de J. R. Ayllón. Con citas de Nietzsche, Pascal, Waugh y Steiner en la contraportada. Con el primer punto dedicado a Vicente Aleixandre. Después de eso, no he podido hacer otra cosa que cogerlo. Y esta tarde, entre aminas, aldehídos y cetonas, lo he abierto por diferentes páginas al azar y lo que he leído me ha fascinado. Aunque he saltado de un sitio a otro, el libro se prestaba a ello: 26 personas, poetas, científicos, músicos, escritores, y filósofos. Entre ateos, agnósticos, conversos y creyentes, una bonita colección. Un breve, conciso y acertado comentario sobre cada uno y su pensamiento y relación con Dios. Y todo salpicado de lo que han escrito los  propios náufragos. Wonderful. Cuando me lo haya leído con un poco más de orden, será un libro que casi seguro recomiende. No tiene mucho que ver con la relación fe-ciencia, pero no tiene desperdicio. Me arriesgo a asegurar su buena nota sin haberlo acabado.

PD. Acaba de aparecer mi progenitora y ha leído el primer párrafo por encima de mi hombro. Me he mirado con una significativa cara de madre-profesora, así que me retracto de lo escrito. La vida del estudiante no es tan horrible, era solo una forma bonita de introducción. En realidad espero sobrevivir al curso, así que no me puedo quejar...pero justo en este momento en el que no he empezado la práctica de química no estoy yo para reconocer la parte de culpa que tiene mi desorganización...

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